En plena era tecnológica, cada vez guardamos más información en disco duro. Hay mucho donde escoger y con precios cada vez más asequibles. Pero, ¿podemos confiar en que nuestros valiosos datos estarán siempre seguros? La respuesta corta es no, pero podemos estar preparados.
Vamos al tajo
Como se guarda la información en disco duro
Los discos duros nos ofrecen un almacenamiento persistente para grandes volúmenes de información. En la actualidad hay dos tecnologías de uso común:
Discos magnéticos (HDD)
Básicamente, un HDD es como un tocadisco de vinilos. Uno o varios platos que giran a gran velocidad, mientras varios cabezales se desplazan sobre sus superficies magnétizándolas según sea necesario. Los golpes y movimientos bruscos pueden dañar los cabezales y/o los platos de manera irreversible. Quienes hayan tenido vinilos saben a que me refiero.
Además, por muy cuidadoso que seamos el HDD terminará fallando. Las partes mecánicas se desgastan con el tiempo y tenemos que estar preparados.
Muchos anunciantes usan el tiempo medio entre fallos (MTBF) para evaluar la fiabilidad de sus discos. Indican valores enormes incluso millones de años. Yo tomo como base 20 - 30 mil de uso continuado, que equivalen a unos 2,5 - 4 años (lo aprendí en IBM).
¿Es fiable el MTBF? Tengo mis dudas, el patrón de uso influye en el desgaste y no tiene por qué coincidir con las condiciones en que el fabricante hace sus pruebas. Como con los coches, el consumo y las emisiones medidas en laboratorio no tienen nada que ver con la conducción real.
En mi caso, compré un WD Green, bueno bonito y barato para usarlo como disco principal en un ordenador encendido 24x7. Funcionó de maravillas durante poco más de 1 año, pero un buen día sus tiempos de acceso pasaron a ser de segundos con todo lo que conlleva. No tuve más remedio que sustituirlo por un Barracuda más caro.
Blackblaze, es un proveedor de almacenamiento que lleva años publicando información sobre la fiabilidad de los discos duros. Utiliza otra medida: la tasa de fallos anualizada (AFR). En otras palabras el porcentaje de unidades que fallarán durante el año. Seagate ha comenzado a utilizarla, y los valoren difieren de los de Blackblaze. La diferencia también está en el patrón de uso. Blackblaze utiliza los discos 24x7, Seagate presupone que se apagan todos los días.
Discos de estado sólido (SSD)
Sin lugar a dudas los discos de estado sólido (SSD), han llegado para quedarse. No tienen partes mecánicas, solo circuitos integrados formados por condensadores. La información se codifica modificando su carga.
No hay partes mecánicas móviles lo que reduce el peso y el tamaño de los discos SSD. En realidad se trata de tarjetas flash o memorias USB diseñadas para ocupar las bahias de disco estandard. En los equipos modernos no son mayores que un módulo de memoria RAM. La velocidad de acceso es mucho mayor que en los HDD, aunque tienen un precio superior. Finalmente sus capacidades suelen se inferiores a las de los discos magnéticos.
Podemos pensar que al no tener partes móviles no tendrán desgaste, pero nos equivocamos. Podemos imaginarnos que están formados por miles de baterias recargables y sabemos por nuestros móviles que las baterias tienen fecha de caducidad. Pues lo mismo les pasa a los SSD, se degradan con las operaciones de escritura que cargan/descargan las baterías que los componen. La resistencia de los SSD se mide en terabytes escritos (TBW).
Por ejemplo un WD SSD Blue de 1TB tiene una vida útil de 400TBW unos 7 años de vida en las condiciones calculadas por WD, escribiendo 160GB al día. Parece una burrada de datos al día, pero como veremos más adelante no es exagerada.
El equivalente a los golpes en el caso de los SSD son los fallos eléctricos y/o electrónicos. Una sobretensión, un fallo en las controladora y adiós a nuestros datos. Lo he visto con mis propios ojos.
Estadísticas de uso reales
Para responder la pregunta de cuando debemos preocuparnos por la información en nuestro disco duro, la mejor referencia sigue siendo Backblaze. Sus estadísticas durante los últimos 11 años indican que debemos empezar a preocuparnos a partir de los 3 años de uso intensivo.
Durante el primer año y medio falla el 5% de los discos, desde ahí y hasta los 3 años tenemos una tasa de fallos de un 1.4% anual. Por último, a partir del tercer año la tasa se dispara con un 12% de fallos al año. No es mucho, pero si falla el disco que tiene nuestras fotos personales, pasaremos un mal trago.
Habrá que esperar para tener estadísticas similares relativas a los SSD, pero podemos esperar un comportamiento similar.
Lo que si está claro que los valores reales superan con mucho las estimaciones de los fabricantes. Me entra la risa cuando veo los millones de horas de algunos MTBF. Cuando me certifique en IBM, la cifra que manejábamos los técnicos era 35.000 horas de uso en discos para servidores.
Como determinar el estado del disco
Una buena forma de medir el estado de nuestro disco duro es mediante la utilidad CrystalDiskInfo. Es una utilidad gratuita que nos dira toda la información necesaria.
Por ejemplo en el caso de un SSD
El valor a mirar es el total de escrituras, en este caso 899GB, realizadas en 134 horas de uso y que equivalen a 161GB diarios de escrituras.
A continuación un ejemplo de un HDD que sustituí este fin de semana
El disco llevaba más de 4 años en régimen 24x7 (es el Barracuda que sustituyó al WD Green) y, aunque funcionaba, empezaba a dar muestras de "cansancio". Lógicamente no esperé y lo he cambiado por otro nuevo. Mi experiencia me dice que a partir de 30.000 horas de uso, debemos pensar en sustituir un disco. No importa el MTBF que indique el faricante, yo prefiero no arriesgarme
Los parámetros de los que hablamos (ARF, TBW) son estadísticos y no absolutos. La informacion en un disco duro concreto puede mantenerse intacta durante mucho más tiempo o podemos perderla antes.
Conclusiones
Para finalizar algunos consejos que nos permitirán conseguir la máxima seguridad posible para nuestros la información en nuestro disco duro:
- Utilizar discos SSD siempre que sea posible. Son más rápidos y menos frágiles en su uso cotidiano. Su tiempo de vida útil suele ser mayor que el de los HDD
- Usar alguna utilidad como CrystalDiskInfo para tener información fiable del uso y estado real de nuestro disco.Cuando estemos en la zona límite, debemos pensar en cambiar de disco.
- Si notamos síntomas anormales: ruidos, lentitud excesiva, errores frecuentes de lectura/escritura, etc; sustituimos el disco, no importa el tiempo de uso o los terabytes escritos. Algo está fallandol y eso solo puede empeorar con el tiempo
- Lógicamente tendremos copias de seguridad. Cuantas más mejor.
- De forma adicional, podemos tener copias en la nube de la información más importante. Puede ser en Gooble Drive, con un proveedor especializado como AWS o en nuestro propio servidor de Nextcloud
Por último, la información en un disco duro desconectado no está del todo a salvo. No hay desgaste, pero hay otros factores a tener en cuenta, entre ellos y es la radiación natural a la que estamos sometidos todos en este planeta.
Pues sí, ese Sol que nos broncea en verano (y otras fuentes fuentes más lejanas) irradian constantemente nuestros discos y eso altera la información que contiene. Ocurre con más frecuencia de lo que pensamos, soy físico y lo he medido.
Existen metodos eficaces lidiar con esta situación. Durante las lecturas se comprueba que la información no se haya alterado y se corrigen los errores encontrados. Eso también aumenta el volumen de escrituras en un disco. Casi seguro, recordaremos algún caso en los que al conectar un disco después de un largo tiempo sin usarlo, algunos archivos eran ilegibles. Es un tema interesante que merecedor de su propio artículo.
La conclusión final es: todos los soportes digitales tienen una vida util determinada y no es obsolecencia programada. Por tanto hay qye estar pendiente de ellos, renovarlos antes que fallen y sobre todo tener copias viables, nuestros nervios lo agradecerán.
¿Has pasado por alguna situación similar?
¿Qué programa usas para evaluar el estado de tu disco duro?
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